El caso del gorro
Raíces aplanadas, rizos aplastados, efecto despeinado… Aunque este accesorio nos ayuda a mantener la cabeza seca y caliente durante el invierno, no respeta nuestra masa capilar. Peor aún, su roce debilita la fibra capilar. Por lo tanto, es importante elegirlo bien.
Aquí están sus dos reglas de oro:
1) Prestar atención a su material.
Debe ser natural y de buena calidad: lana, cachemira son los más comunes. Sin embargo, para que el gorro deslice sin frotar o enganchar el cabello, sería ideal que estuviera forrado de seda o satén...
2) Asegúrate de que no esté tejido demasiado apretado, ya que podría alterar la respiración del cabello y la microcirculación sanguínea.
Una vez retirado, para devolver volumen a tu cabello, unos pocos pasajes con los cepillos para el cabello La Bonne Brosse serán suficientes. En cuanto a los peinados, ten en cuenta que las trenzas y las colas de caballo bajas soportan muy bien el gorro. Si prefieres llevarlo suelto, antes de ponerte el gorro, mueve tu raya unos centímetros. Cuando la coloques nuevamente, una vez retirado el gorro, el efecto de raíces aplanadas será reducido.
¿En los deportes de invierno: qué pasa con el casco?
La semana de vacaciones en la montaña es un momento complicado para el cabello. Además del frío, están atrapados todo el día o casi todo el día bajo un casco, con los inconvenientes que ya conocemos: roce, mala respiración, sobreproducción de sebo...
Dado que es impensable esquiar sin casco, te recomendamos que, si tienes el cabello largo, lo sueltes de forma no demasiado apretada. Cepíllate el cabello por la mañana y por la noche durante al menos dos minutos. Cuanto más tiempo cepilles, mejor se distribuirá el sebo sobre las longitudes. Se hidratarán de forma natural y tus raíces quedarán limpias. Lava tu cabello como máximo un día sí y un día no, con fórmulas hidratantes. No dudes en meter tus longitudes bajo el cuello o en tu chaqueta para protegerlas de los rayos UV. Finalmente, para limitar la acumulación de sebo en tu casco, rocía un poco de champú seco por la noche. Al día siguiente, antes de ponértelo, pasa un trapo seco por dentro frotando ligeramente.
