La forma de tu rostro influye en los peinados que más te favorecen. Descubre todos nuestros consejos para encontrar el que encaje perfectamente con tu morfología y tu tipo de cabello.
Rostro redondo
Si el largo y el ancho de tu rostro son casi iguales, con contornos suaves y poco angulosos, entonces tienes el rostro redondo.
Los peinados ideales son aquellos que alargan y afinan el rostro. Para ello, elige estilos que aporten volumen en la parte superior de la cabeza:
La coleta alta: al recoger el cabello en lo alto, el rostro parece más alargado.
Para lograr una bonita coleta alta, utiliza tu cepillo La Bonne Brosse para peinar y llevar el cabello hacia atrás. Luego sujétalo con un elegante scrunchie de terciopelo para dar estilo al peinado.
La raya lateral: llevar el cabello a un lado rompe la simetría del rostro y suaviza la redondez. Puedes lucirla con el pelo suelto y liso o con una coleta baja.
Rostro ovalado
Un rostro ovalado es naturalmente equilibrado: la frente es más ancha que el mentón y el largo del rostro supera al ancho de los pómulos. Con esta forma, todo tipo de peinados funcionan, el objetivo es resaltar la armonía de tu rostro.
La coleta bubble: muy moderna y en tendencia, se adapta perfectamente a este tipo de rostro.
Ondas naturales: el cabello suelto con ondas suaves favorece mucho a esta forma de cara.
Para añadir brillo y proteger tu melena de las agresiones externas, utiliza la bruma desenredante Cair. Refuerza e hidrata el cabello, creando además una barrera protectora contra el calor, los rayos UV y la contaminación.
Rostro cuadrado
En los rostros cuadrados, el ancho de los pómulos, la mandíbula y la frente es similar, y la mandíbula más marcada.
Los peinados más favorecedores son aquellos que suavizan los ángulos.
Ondas suaves: las ondas ligeras suavizan los rasgos. Si usas herramientas de calor para crearlas, protege tu cabello con la bruma protectora Cair, que lo protege del calor, aporta volumen y forma una película protectora frente a la contaminación y los rayos UV. Además, ayuda a sellar las cutículas para un cabello más brillante.
Trenza espiga despeinada: su aspecto relajado equilibra los rasgos angulosos.
Rostro rectangular / alargado
Un rostro alargado es más largo que ancho y suele tener la mandíbula angulosa. El objetivo es equilibrar las proporciones, reduciendo la sensación de longitud y aportando amplitud.
Flequillo recto o cortina: el flequillo es tu mejor aliado si tienes el rostro alargado, ya que rompe la longitud y centra la atención en los ojos.
Ondas voluminosas: las ondas gruesas aportan amplitud y armonizan el rostro.
Rostro en forma de corazón
Se caracteriza por una frente y pómulos más anchos y un mentón fino y puntiagudo, lo que recuerda a la forma de un corazón. Varios peinados, sueltos o recogidos, lo favorecen.
Moño bajo desenfadado: este tipo de recogido resalta la mandíbula con delicadeza.
Para realizarlo fácilmente, utiliza horquillas para moño, que fijan el peinado con eficacia y elegancia.
Cabello suelto con flequillo cortina: el flequillo suaviza la frente y el cabello suelto equilibra el mentón.
Rostro triangular
Este tipo de rostro se reconoce por un mentón ancho y una frente más estrecha, al contrario que el corazón. El reto es armonizar las proporciones equilibrando la parte inferior.
Trenza bohemia desenfadada: este estilo aporta ligereza y equilibrio al rostro.
Ondas o rizos voluminosos: aportan volumen y suavidad. Para realzar tus ondas, utiliza la bruma protectora Cair.
